"El Gaballo Andaluz no Trota, El Andaluz Danza"
Sobre el origen del caballo Andaluz (generalmente se llama Andaluz al que más correctamente se le debería llamar caballo español) se han formulado muchas hipótesis: hay quién le hace descender del Berebere y del Árabe, introducido en España en la época de la dominación árabe, a través de repetidos cruces con ejemplares locales, especialmente con los ponys.
es un animal de singular e indiscutible belleza. Posee una cabeza mediana y muy elegante, con un perfil suavemente convexo y con la parte naso-labial terminada en punta. Los ojos expresan una gran vivacidad, son grandes y están implantados oblicuamente. Las orejas son de tamaño mediano y muy móviles.
El cuello es muy robusto y musculoso, bastante grueso en su inserción con el tronco, y las espaldas son amplias y descendentes. Posee unos posteriores anchos y unas extremidades finas, pero fuertes. En general podemos decir que tiene un cuerpo bien proporcionado.
Pero, sin duda, un rasgo característico de su belleza es la espesa crin que posee. Es muy abundante y, a veces, ligeramente ondulada, lo cual dota al animal de una elegancia sublime. La cola también es muy tupida y se inserta bastante baja. La alzada (altura a la cruz) del P.R.E. oscila entre 1,50 y 1,65 metros.
La capa puede variar pero, con diferencia, la más frecuente es la torda. Le sigue en importancia numérica el castaño encendido, siendo menos frecuente el castaño claro y el bayo, y es rara la capa negra, y por ello muy valorada.
El atributo más destacado del caballo Andaluz es, sin duda alguna, su temperamento, consecuencia de un perfecto equilibrio biológico. Este animal no manifiesta reacciones bruscas ante los estímulos, ni por el contrario, apatía o linfatismo.
Es un animal muy dócil, de fácil trato, no sólo cuando está entrenado, sino también cuando permanece en reposo. Al mismo tiempo, presenta un carácter vigoroso y sobrio y posee una excelente capacidad de respuesta. Todo ello, unido a su belleza, le hace ser un caballo ideal de silla, y es muy demandado como 'caballo de placer'.
En caso de enfermedades, especialmente si se trata de alteraciones digestivas, se recupera en un tiempo menor que otras razas, como el Pura Sangre Inglés o el Árabe. Además, soporta bien el calor, las privaciones de agua y el cuidado deficiente.
Por último, hay que destacar otra importante cualidad del caballo Andaluz: su inteligencia. Tiene gran capacidad de aprendizaje y buena memoria, por lo que acepta diferentes domas y se adapta a multitud de servicios, como animal de silla y para enganches. Asimismo, la vistosidad y elegancia de sus movimientos, le hace apto para exhibiciones variadas, tales como rejoneo, doma vaquera, de alta escuela y paseo.
Por todo ello, en los últimos tiempos, los criadores. han venido esforzándose y seleccionando sus reproductores para la obtención de un tipo de caballo funcional, con buenos movimientos y aptitudes para el deporte.
Así, esta raza, que goza ya de gran prestigio, apoyan el crecimiento y reconocimiento de este bello y noble ejemplar que es nuestro caballo Andaluz.